Archivos para: "Diciembre 2009"

El mundo en sus manos – Introducción. De Pez Burbuja

Permítanme que me presente. Mi nombre es Adabob Zeped aunque todos me llaman simplemente Bob, y pertenezco al extraño colectivo de los trashumantes. No tengo hogar en ningún sitio pero cualquier lugar puede ser mi casa. Así soy yo, un loco en busca de av… Leer más... »

Aquellas viejas vacaciones. De Hechizada

Últimamente falla mi memoria, no es tan buena como en otros tiempos que hasta mis padres, tíos, abuelas se asombraban de lo que les hacía recordar. No sé si la complejidad de lo cotidiano o la distancia en el tiempo hacen que mis remembranzas sean jirone… Leer más... »

Un pensamiento vacacional. De Belfas

CUENTO NÚMERO 200 Estoy en el zaguán de mis próximas vacaciones. Un estado de agitación se va apoderando de mí a medida que pasan las horas, y mi día a día se ve alterado por este nerviosismo. Me alejo de ese colectivo de conductores urbanos,… Leer más... »

Afán de aventura. De Chajaira

Nunca fui amante de la aventura, pero Joan insistió en hacer un viaje especial para estas vacaciones. “Tiene que ser algo realmente inolvidable”, dijo. Por una vez quise complacerle y no sentirme como un malandrín, a regañadientes acepté y así me vi casi… Leer más... »

De vacaciones. De Fledermaus

Lo primero que hacíamos al volver a clase con los estuches nuevos y los libros de texto que olían tan bien, era escribir una redacción acerca de las vacaciones. Por suerte aún guardo algunas, y releerlas me atrapa. Observar hoy las prioridades de aquel… Leer más... »

García el pirata. De Mon

Fue García el pirata quien un día de aciago calor, tarde bochornosa e insoportable, me dijo: “no desees las vacaciones, malandrín, al menos las vacaciones donde todo el mundo coincide, verás que pronto entiendes lo que te digo si te paras un momento a re… Leer más... »

¿Veraqué? De Aquarella

Hace sol, no sopla viento y tenemos cuarenta grados; la trilogía confirma que ha llegado el tiempo de vacaciones. Esa maravillosa época del año en la que no es necesario madrugar, pero con una temperatura tan elevada que los sueños derretidos terminan co… Leer más... »

Las cartas de la baraja. De Edurne

He madrugado para ir de vacaciones hacia un mundo desconocido, lleno de fantasía e ilusión. Algún que otro gnomo malandrín ha intentado vetarme el paso, pero una vez atravesado el zaguán de los sueños, he virado la nave de mi fantasía hacia babor, dond… Leer más... »

Malditos ciruelos. De Suprunaman

Estaba un día de vacaciones, acostado en la cama, más feliz que el Guerra, cuando un terrible retortijón me hizo madrugar. Yo quería continuar en la cama pero entonces, otro terrible pellizco en los intestinos me dejó sin respiración. Me sentía morir, im… Leer más... »

El señor Roberto. De Hechizada

Hoy no era su mejor día. Cuando para otros pudiera serlo, él lo pasaba mal. Roberto era un conductor de colectivo, con más de 35 años en el oficio a sus espaldas. Ese día sería su última jornada como tal, pues al día siguiente pasaría a retiro. Atrás q… Leer más... »

Súrgat. De Monelle

Malandrines, filibusteros y rameras, pasean por el puerto buscando cómo ganarse los cuartos para salir airosos de trifulcas y borracheras. Esquivando proposiciones, Sir James Worsley, camina hacia su cita. Muchas naves permanecen varadas en la dársen… Leer más... »

Antonio García Sánchez, muerto. De Fledermaus

Bu bostezó con la libertad que se hace a los cinco años. La tía Lola le pellizcó en el hombro. - ¡Ay! - A callar. El colectivo de negras figuras reunidas alrededor del féretro de Antonio, despertó de su murmullo aletargado con el grito del chico. L… Leer más... »

Tormenta de verano. De Edurne

Ayer por la noche empezó. Después de un día claro y soleado, dejando atrás meses de tardes caldeadas y madrugadas frescas. El cielo se ennegreció de golpe, sin aviso incipiente, y las nubes desorientadas y negruzcas atravesaban el cielo dominadas por un… Leer más... »

Botellín y Botellón. De Edurne

En la misma repisa del zaguán de un laboratorio acababan de colocar dos frascos de cristal: uno muy flaco y alargado y otro panzudo y rechonchote. Desde el primer momento se llevaron mal y se miraban de reojo. Botellín presumía de idealista y espiritua… Leer más... »

Despertando a la vida. De Suprunaman

Ya finaliza mi existencia y agotado como estoy os relataré los hechos que acaecieron en aquellos años cuando aún era joven e inexperto en la vida. Mi maestro, Wilie d’Afanar de quien me enorgullezco de haberlo aprendido todo, me hizo conocer el mundo a t… Leer más... »